Mi reseña completa de la fragancia:
Como algunos sabréis, siento un gran aprecio por la casa de fragancias, Lattafa. Sus extraordinarias creaciones ofrecen una inmensa relación calidad-precio, dejándonos aromas que desafían sus etiquetas de precio. Sin embargo, todas las marcas tienen sus fallos y, por desgracia, Qimmah, mi primer perfume Lattafa, entra en esta categoría. Es crucial recordar que incluso las marcas más reputadas tienen sus puntos débiles.
Así pues, vamos a adentrarnos en mi análisis del Qimmah, teniendo en cuenta que no alcanza las mismas notas altas que algunas de las mejores ofertas del Lattafa.
Datos breves:
Huele:
Vayamos al grano: el perfil olfativo del Qimmah deja mucho que desear. Tiende a inclinarse hacia el lado dulce y sintético, culminando en una mezcla que no es especialmente agradable. Al describir su aroma, no puedo evitar imaginarme un percance en un laboratorio químico donde se mezclaron al azar una serie de sustancias químicas diferentes. Hay una presencia definida de Ambroxan, pero en exceso, junto con un dulzor abrumador y una cacofonía de sustancias sintéticas indefinibles. Es difícil precisar cuándo y dónde este perfume sería la elección ideal.
Longevidad:
La longevidad del Qimmah es mixta. En el lado positivo, presenta una durabilidad media, siendo perceptible durante unas cuantas horas. También se proyecta con bastante fuerza, asegurando que se note tu presencia. Sin embargo, teniendo en cuenta su perfil olfativo poco favorable, esta fuerza de proyección no es necesariamente algo bueno. Es similar a un altavoz que emite una melodía que no es la favorita de todo el mundo.
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