Señores, si hay una fragancia que personifica el término "aroma de oficina", es L’Homme de Prada. ¿Conoces ese olor cuando entras en una oficina pública o en una compañía de seguros? Sí, eso es. A estas alturas, L’Homme ya tiene unos cuantos flankers en su haber, pero en esta reseña nos centraremos en el L’Homme clásico y original.
Datos breves:
Huele:
L’Homme de Prada huele como el epítome de la limpieza: piensa en un jabón lujoso de alta calidad. Se trata de dar una imagen de limpieza, profesionalidad y confianza. La nota dominante de esta fragancia es el iris, que le da un aire ligeramente floral y empolvado. También tiene una pizca de dulzura y un toque de frescor, lo que la convierte en un básico para todo el año.
En pocas palabras, es una de las fragancias masculinas más inofensivas que puedes encontrar. Es una apuesta segura y una elección ideal para el lugar de trabajo. Sin embargo, aunque el L’Homme destaca en un entorno profesional, puede resultar demasiado aburrido para tu tiempo de ocio. No te recomendaría llevarlo en una cita, a menos que te guste discutir sobre estadísticas y tipos de interés a la luz de las velas.
Longevidad:
El L’Homme es una elección sólida en cuanto a longevidad: ni demasiado largo ni demasiado corto. También tiene una fuerza bien equilibrada, lo que significa que no se proyecta con demasiada fuerza (para que la gente no se moleste) ni con demasiada debilidad (para que siga llamando la atención).
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