Esencia (Loewe)

En mi opinión, Esencia se parece mucho a sumergirse de cabeza en un verde paisaje de ensueño. Es como si Loewe u encontrara con una potente ráfaga de Pino y Abeto, acunada por las suaves corrientes subterráneas del Musgo de Roble. El paisaje se despliega aún más, revelando los matices aromáticos de una miríada de otras maderas y notas verdes.

Pero no acaba ahí. La baya de enebro se entreteje en la mezcla, acentuada por el toque ligero y picante de los cítricos, haciendo que Esencia sea más ponible. Para que te hagas una idea: Imagínate rodeado de un bosque de pinos y abetos en pleno verano, justo después de un refrescante chaparrón. El bosque húmedo se convierte en un refugio fresco, vivo con el tentador aroma de los árboles y las hojas húmedas. Eso es, en pocas palabras, Esencia de Loewe.

Sin embargo, hay un claro indicio de que esta fragancia existe desde hace bastante tiempo. Esencia lleva un ADN de fragancia algo anticuado, inclinándose hacia las preferencias de los hombres maduros de 60 ó 70 años. Aunque no es necesariamente algo malo, desde luego no es tu perfume moderno, orientado a la juventud.

Peter Krück

@olfactoryambition

Mi crítica final de Esencia es de agradecimiento por su asombrosa capacidad para captar el espíritu de un paseo por el bosque empapado de lluvia. Es una fragancia clásica, de la vieja escuela, dirigida a hombres maduros que sienten una profunda afinidad por la naturaleza y los aromas verdes.

Sin embargo, si deseas un poco más de riqueza amaderada y un poco menos de predominio de las notas verdes, te sugiero que explores Oud Wood de Tom Ford. O, para una alternativa más fresca y amaderada, adecuada para hombres maduros, Bois du Portugal de Creed podría dar en el clavo.

En conclusión, Esencia de Loewe no es para todo el mundo: es una cápsula del tiempo que nos transporta a una época de fragancias clásicas y terrosas. Pero para los que adoran el olor de un bosque besado por la lluvia, puede que se convierta en su paseo favorito por el camino de los recuerdos.