Bienvenidos a otra reseña de fragancias, hoy nos sumergiremos en un auténtico clásico, Égoïste de Chanel. Esta fragancia lleva con nosotros desde 1990, lo que demuestra su encanto perdurable. Sabes, hay una división fascinante en lo que respecta a las fragancias: algunas son del tipo que te pones para ti mismo, disfrutando de su aroma porque son puramente de tu estilo, y luego están las que te pones con la intención de llamar la atención, causar impresión o suscitar una conversación. En mi opinión, el Égoïste pertenece a la primera categoría.
Datos breves:
Huele:
Égoïste es una fragancia fresca con un toque poco común: una nota destacada de canela. Ahora bien, ésta no es la típica mezcla dulce y picante. La mayoría de las fragancias utilizan la canela para evocar un sentimiento invernal acogedor y complejo. Pero Égoïste marcha a un ritmo diferente, utilizando la canela para crear un carácter "seco". Imagina la árida sensación de llevarte la canela a la boca e intentar tragarla: ¡todo un reto! Esta sequedad única confiere al Égoïste un aire serio, masculino y profesional. Es el tipo de aroma que me imagino en un negociador de rehenes del FBI, un aroma para los que necesitan transmitir un talante severo. A la hora de considerar el mejor momento para llevarlo, Égoïste demuestra ser versátil, adecuado para todas las estaciones.
Longevidad:
En cuanto a la duración, Égoïste no decepciona. Es cierto que, como fragancia fresca, no está en la liga del modo bestia, pero puedes contar con 5-6 horas de fragancia, lo que no está nada mal en mi opinión.
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